Como el diseño del crampón varía mucho según la inclinación del terreno para el que está orientado su uso (por no hablar de los cambios que introducen las diferentes marcas), encuentro prioritario centrarme primero en las diferentes partes y elementos de un crampón, antes que en los diferentes modelos de estos según las disciplinas de montaña. Así pues, debemos prestar atención a lo siguiente:
1. Las puntas del crampón:
Se parte de una premisa muy simple. A mayor numero de puntas, mayor agarre y estabilidad en hielo y nieve. Generalmente los crampones de 10 puntas estarán indicados para una travesía o Trekking no muy exigente, los de 12 puntas estarán indicados para alpinismo en diferentes grados, y los de 11-12 y 8-9 puntas estarán indicados para escalada en hielo y Dry Tooling.
Aunque sea distinto a otros modelos de esta misma marca u otras marcas diferentes, tomando como referencia mis crampones, unos Grivel G12, podemos hacernos una idea de que labor desempeña cada punta:
Las puntas son todas más o menos perpendiculares a la suela de la bota, a excepción de las dos primeras que están orientadas hacia delante (nº 1). Estas son unas puntas realmente indispensables que nos permitirán encaramarnos de frente a la pendiente. Según el crampón, pueden ser una pareja de puntas, o una sola. Tendrán mayor relevancia cuantos más grados tenga la pendiente puesto que si esta es muy empinada, nos será imposible ascender o descender mediante la técnica de pies planos o mediante la técnica francesa (por no hablar del esfuerzo que invertiríamos en tallar escalones).
Estas dos puntas no son totalmente paralelas a la suela por una serie de motivos. El metal se fatigaría en exceso y podría doblarse o partirse, y que siendo ligeramente curvadas hacia abajo al descargar peso en el eje vertical te clavan hacia delante proporcionándote más agarre.
La curvatura que poseen también tiene su explicación. Si están muy curvadas hacia abajo, serán más útiles en pequeñas pendientes, pero si esta curvatura se mantiene para ascensiones técnicas será muy difícil clavarlas y podremos doblarlas o partirlas con las constantes patadas. Para este segundo caso, un alpinismo más técnico, con una sencilla curvatura bastaría.
Su longitud varía en función de la penetración que busquemos. Una mayor longitud será beneficioso para nieves o hielo blando, ya que nos permitirá traspasar una capa externa que cubra una segunda más dura garantizando mayor estabilidad, sin embargo, resultará en un mayor esfuerzo clavarlas correctamente hasta el final. Unas puntas más cortas serán más fáciles de clavar, y te mantendrán más pegado a la pared, pero estas están más orientadas a la escalada en hielo o terreno mixto y tener un perfil vertical o en T.
Podemos encontrarnos tres tipos de puntas frontales:
• Puntas planas: Al tener una superficie más ancha y por ende mayor área de contacto, hará que se comporten mejor en nieve blanda proporcionando mayor agarre en esta. Sin embargo, en los tramos en los que haya hielo duro, será más difícil clavarlas, y pueden ser más propensas a salirse. Su uso esta orientado a la progresión por todo tipo de pendientes ya que son muy polivalentes.
• Puntas en sierra o verticales: Las puntas en sierra son lo opuesto a las planas. No tienen una superficie ancha que proporcione mayor contacto y soporte en nieve blanda, y puesto que hace que todo el crampón se clave más o menos perpendicular a la nieve como una especie de rectángulo, pueden colaborar a la hora de formar zuecos.
Por ello no son recomendables para caminar puesto que la utilidad de este diseño es otra bien distinta, su excelente penetración en hielo y la posibilidad de introducirlas en las fisuras de la roca. Además, al ser las puntas dentadas, una vez clavadas tenemos mayor garantía de que estas no se salgan aumentando así nuestra seguridad. Su uso está prácticamente reservado a la escalada en hielo y Dry Tooling, y llevan este tipo de puntas los crampones que sean monopunta y/o tengan espuelas.
• Puntas en T: No siempre fáciles de distinguir de sus compañeras verticales, son la fusión que resulta de las dos puntas anteriores. Este hibrido comienza siendo una punta en sierra muy fina y conforme va acercándose al esqueleto del crampón se va ensanchando adoptando la forma plana. Tiene el inconveniente de que al mezclar ambas características, no se comportara al 100% en ninguno de los dos casos. Su uso estaría indicado a fuertes pendientes con tramos helados pero para una verticalidad total sería más funcional y más seguro unas verticales.
Las puntas posteriores a estas (nº 2), en función de a que uso este orientado el crampón, estarán más o menos proyectadas hacia delante. Estas puntas son las responsables de mantener la estabilidad en la pendiente, complementando a las puntas frontales (nº 1) liberando cierta carga de estas y proporcionando mayor agarre.
Las puntas (nº 3) están destinadas al agarre lateral y para proporcionar mayor estabilidad. Llenan un necesario hueco entre las puntas (nº 1), (nº 2) y (nº 4).
Las siguientes tres puntas (nº 4) (nº 5) y (nº 6), constituyen nuestro seguro en caso de bajada cuando apoyemos completamente la planta del pie en la nieve, ya que impiden que nos deslicemos hacia abajo. A destacar las puntas (nº 4) y (nº 6) que son las únicas paralelas a la pendiente, cuyo fin es aumentar la resistencia. Estas puntas traseras, deben clavarse bien puesto que al bajar usaremos más el talón que la punta de la bota, de no ser así tendríamos que tener especial cuidado con las puntas frontales ya que pueden hacer que nos volteáramos hacia delante.
2. Tipos de materiales:
Aunque puede haber otras aleaciones, los principales materiales utilizados son los siguientes:
• Acero forjado: Es el material más usado por excelencia por ser el más duro y resistente, ya que en caso de forzarlo tendera a doblarse antes que partirse. Para aumentar su resistencia, se le añade cromo, aunque también puede tener molibdeno y/o níquel. En su contra tiene que es el
Las puntas (nº 3) están destinadas al agarre lateral y para proporcionar mayor estabilidad. Llenan un necesario hueco entre las puntas (nº 1), (nº 2) y (nº 4).
Las siguientes tres puntas (nº 4) (nº 5) y (nº 6), constituyen nuestro seguro en caso de bajada cuando apoyemos completamente la planta del pie en la nieve, ya que impiden que nos deslicemos hacia abajo. A destacar las puntas (nº 4) y (nº 6) que son las únicas paralelas a la pendiente, cuyo fin es aumentar la resistencia. Estas puntas traseras, deben clavarse bien puesto que al bajar usaremos más el talón que la punta de la bota, de no ser así tendríamos que tener especial cuidado con las puntas frontales ya que pueden hacer que nos volteáramos hacia delante.
2. Tipos de materiales:
Aunque puede haber otras aleaciones, los principales materiales utilizados son los siguientes:
• Acero forjado: Es el material más usado por excelencia por ser el más duro y resistente, ya que en caso de forzarlo tendera a doblarse antes que partirse. Para aumentar su resistencia, se le añade cromo, aunque también puede tener molibdeno y/o níquel. En su contra tiene que es el
mas pesado y además al no incluir el metal ningún tratamiento antioxidante debido a que haría perder parte de la resistencia (el acero inoxidable es más frágil y más complicado de trabajar), se oxidan. Para evitarlo en la medida de lo posible, suelen llevar un tratamiento de pintura con algún tipo de resina epoxi, y aunque este oxido surja en una capa externa sin consecuencias, si no se mantienen correctamente y se descuidan puede terminar por corroer la estructura dañando su rigidez a la larga, por ello exigen más cuidados que otros materiales.
3. Tipos de construcción, barras y nivel de rigidez:
• Construcción clásica: El crampón está construido en dos bloques o módulos unidos mediante una articulación en los modelos más viejos, o una barra ajustable en los modernos. Independientemente de si esta barra es rígida o no, siempre permitirá un mínimo de flexión que hará que sea menos propenso a la fatiga del metal al caminar por terrenos rocosos y planos. Con esta forma respecto a los de caja, se evita la formación de zuecos de nieve.
Podemos distinguir varios tipos de barras:
Según su dureza:
Flexibles: Hechas de plástico y prácticamente creadas para caminar cómodamente en llano, excluida queda la práctica de deportes técnicos con este tipo de barras.
o Rígidas: Hechas de acero o aluminio, aptas para toda clase de actividades más exigentes como alpinismo y escalada.
Según su forma:
Rectas: Esta barra apenas tiene curvatura y posee una forma recta, ideal para botas plásticas.
o Asimétricas o anatómicas: Esta barra da al crampón una curvatura asimétrica que se adapta a la suela de la bota mas anatómica.
Según su ajuste:
Una sola perforación: Ajusta mediante una sola fila de puntos.
Doble perforación: Permite un ajuste más preciso mediante dos filas de puntos.
Medios mecánicos: Es necesario ajustar la longitud del crampón mediante tornillos utilizando destornilladores o llaves Allen.
Otros: Aunque este sistema está prácticamente obsoleto, el ajuste se realiza mediante barras dentadas.
A veces las barras pueden incluir un sistema de protección para que la nieve no bloquee los orificios de ajuste como por ejemplo el acordeón de Grivel, o bien estar integrados de alguna forma en el crampón de manera que no toquen la nieve.
• Construcción en caja: El crampón es un bloque macizo totalmente rígido. Aunque últimamente esta forma se está abandonando para que usurpe su lugar una fusión de la construcción clásica y la de caja, de forma que sean dos piezas y no una sola la que compongan el crampón para mantener la rigidez y permitir un excelente ajuste. Con su diseño más o menos rectangular, son más propensos a formar zuecos de nieve. Más aún, si dado que están orientados casi exclusivamente a la escalada en hielo, se prescinde del uso de los antiboots.
• Técnicos: Surgidos en las competiciones de escalada en hielo, corresponden a los crampones de ultima generación que van integrados en la bota o prototipos experimentales.
4. Tipos de fijaciones:
• Correas (C1): Las correas fueron el primer sistema de fijación del crampón. Con el tiempo han ido evolucionando notablemente y actualmente las correas se unen a unas piezas
de plástico que sujetan la bota en el talón y en la punta. Una vez apretadas las correas queda definitivamente colocado el crampón. Tienen la ventaja de que pueden adaptarse a cualquier tipo de bota, si bien son un poco engorrosas de colocar, y no existe una unión tan firme como en otras fijaciones obligándonos a reajustarla cada poco tiempo. Además pueden apretar un poco la bota haciendo que resulten poco cómodos. Esta fijación está orientada a pequeños trekkings y ascensiones poco técnicas.
• Semiautomático (C2): Constan de una talonera que muerde la pestaña de la bota, y una punta constituida por una pieza plástica similar a la del crampón de correas. Son los más polivalentes con unas excelentes prestaciones. Se pueden utilizar tanto con botas rígidas como semirígidas.
• Automático (C3): A diferencia de los semiautomáticos, en vez de tener una pieza plástica en la punta, lo que hay es una barra metálica. Puede haber ciertas variaciones dependiendo del fabricante. Por ejemplo, Simond utiliza una barra unida a una pieza plástica, y de ahí se une con la correa de ajuste. Petzl en algunos de sus modelos utiliza exclusivamente la barra. Black diamond y Grivel tienden de la barra una pequeña pletina metálica unida a una anilla, y de ahí a la correa... Son las fijaciones más firmes y rápidas de colocar, y raro sería que se salieran. No obstante, debemos tener unas botas preparadas para este tipo de fijación, y debemos comprobar minuciosamente que ajusten debidamente ya que dependiendo del crampón y de la bota no siempre es así.
• Otros: Aunque se podría considerar dentro de los automáticos (C3), Grivel tiene un convenio con Scarpa y ha inventado la fijación GSb (Grivel Scarpa binding). Consiste en un gancho que se introduce directamente en una ranura que tiene la suela de la bota, haciendo que la unión sea todavía más firme, y que también sea mucho más fácil y rápido de colocar. Por ahora apenas está extendido y hay muy pocas botas con esta ranura, pero probablemente este destinada a ser una fijación muy extendida con el paso del tiempo.
Las ventajas respecto a los otros sistemas no son pocas, en este caso no influiría las dimensiones de la punta de la bota para que ajuste correctamente, no habría algo cubriendo la punta de la bota que pudiera engancharse con las rocas y provocar desajustes o salidas de crampón ni entorpecer el movimiento en escalada, y por último ocupa mucho menos espacio a la hora de guardarlos.
Para saber que fijación es la más adecuada, debemos guiarnos por esta sencilla tabla:
Categoría de bota Categoría de crampón
B0 Ninguno
B1 C1
B2 C1-C2
B3 C1-C2-C3
Donde repito que en la columna de los crampones, C1 corresponde a la fijación de correas, C2 la semiautomática y C3 la automática. En el campo de las botas B0 corresponde a unas botas blandas en las que no se recomienda crampón alguno, B1 unas botas de trekking más robustas, B2 unas botas semirrígidas con pestaña trasera, y B3 unas botas rígidas de alta montaña con pestaña tanto en su talón como en su punta. Habría que matizar, que dado que las botas B3 son para un uso muy técnico, y que según que bota la pestaña delantera asoma mucho pudiendo dificultar el ajuste, no se recomienda que se utilicen crampones C1 con ellas.
NUNCA se debe utilizar un crampón automático o semiautomático con una bota que no tenga las pestañas indicadas para ello en el talón y en su punta. Provocará la salida del crampón y un más que probable accidente que puede ser mortal. Es el primer mantra a repetir hasta la saciedad, jamás utilizar un crampón con una fijación no adecuada a nuestra bota.
5. Tipos de antibota:
La antibota en el crampón es como el cinturón de seguridad en el coche. Salvo que el crampón este claramente orientado a la escalada en hielo (en cuyo caso se puede prescindir de ella), en travesías y alpinismo NUNCA debemos hacernos con un crampón que no la lleve o utilizarlo sin antiboots por nuestra seguridad. Así evitaremos los zuecos de nieve que inutilizaran nuestro crampón. Por ello es el segundo mantra a repetir, jamás utilizar un crampón sin antiboot. Normalmente vienen incluidas con los crampones al comprarlos, aunque en caso de buscar un repuesto no hay problema porque se venden también por separado. Así que no tenemos excusas.
Los antiboot varían mucho de un fabricante a otro. Los materiales de su fabricación suelen ser látex o plástico, pudiendo ser de este modo muy flexibles o rígidas. Las que tienen una forma plana son las más comunes, pero también las hay que tienen ciertos relieves destinados a mejorar la evacuación de la nieve. A destacar el sistema de antiboot patentado por Grivel, que tiene un pequeño ovalo que al apoyar el pie se comprime, y al levantarlo se expande, expulsando todavía mejor la nieve.
La sujeción de esta al crampón depende de su diseño, por lo que también varía de un fabricante a otro. Se pueden sujetar al crampón mediante unos remaches, unas pestañas o con unas anillas. Deben de quedar firmemente unidas al crampón para que estas no se muevan al caminar.
6. Tipos de crampones:
Para ejemplificarlo mejor, me voy a servir de esta imagen ofrecida por Grivel, y los criterios que ellos utilizan para designar cada uso especifico:
A Para el esquí alpino
B, C Para travesías y ascensiones fáciles
C, D Para el alpinismo clásico y el técnico
D, E Para las cascadas de hielo y corredores de nieve
F, G Para el mixto moderno, Dry Tooling y competición
• A) Esquí alpino: Construidos generalmente en aluminio para aligerar peso del equipo del esquiador. Son semirrígidos. De 10 puntas. De construcción clásica. Puntas frontales planas. La fijación mas extendida es la C3 y C2 para mayor ajuste con las botas plásticas. Antibota en algunos modelos.
• B-C) Los crampones correspondientes a las travesías y ascensiones fáciles, varían entre 10 y 12 puntas. Sigue primando la ligereza por lo que es frecuente que nos encontremos con mayor proporción de crampones hechos de aluminio. Son semirrígidos. De construcción clásica. Puntas frontales planas y poco prominentes. La fijación más extendida C1-C2. Antibota en muchos modelos.
• D-E) Los crampones correspondientes al alpinismo clásico y técnico, tienen 12 puntas. Fabricados en acero. Van de rígidos a semirrígidos. De construcción clásica. Sus puntas frontales se orientan más hacia delante y se alargan levemente, el tipo más común es punta plana aunque puede haberlas en T. La fijación más utilizada es C2, C3 y C1. Antibota en prácticamente todos los modelos.
• F-G) Los crampones para las cascadas de hielo, corredores de nieve varían de 11-12 puntas. Fabricados en acero. Son rígidos. Construcción en caja, técnica o clásica. Las puntas frontales pueden ser de tipo T aunque lo más usual es que sean verticales, bipunta o monopunta (pudiendo ser intercambiables) y pueden tener espuela. La fijación de estos crampones es C3-C2. Se suele prescindir de la antiboot.
• H) Los crampones correspondientes al Dry Tooling y la competición de escalada en hielo. Varían de las 8-9 a las 11-12 puntas. Fabricados en acero o aleaciones. Construcción en caja o técnicos. Puntas frontales verticales, bipunta o monopunta (pudiendo ser intercambiables) y tienen espuela. La fijación de estos crampones es C3. Se prescinde de la antibota.
• Otros) Existen otro tipo de crampones destinados a un uso más cotidiano como puede ser un simple paseo por la nieve, o para ciudades donde es frecuente que haya mucho hielo y nieve con frecuencia. Salvo en modelos que podrían denominarse como "medio crampón" (la parte correspondiente al talón) y que llevan de 4 a 6 puntas de acero o aluminio, la inmensa mayoría suele estar construida en materiales plásticos y tener otro tipo de sistema alternativo a las puntas.
Fuente: einsamewolf.blogspot.com
Guau,le he hechado un ojo pero esto es para imprimirlo, gracias por esta info nunca viene mal saber de ms y menos todavia en las cosas de montaña
ResponderEliminarsiii, coseguí varios articulos y guias interesantes y las publique, la verdad están muy buenas, llevatelo a tu blog o lo imprimes, saludos
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