Hidratación
La hidratación es una base vital en cualquier deporte, porque mantiene tu cuerpo sano y estable ante una actividad que requiere mucho esfuerzo físico. Aunque el agua no parezca algo primordial a la hora de subir una montaña, es un elemento que puede llegar a escasear una vez en la cima. Nunca se sabe si será fácil conseguir agua más arriba, si encontrarás nieve para derretir o si habrá un vendedor de gaseosas en la cumbre, por lo que hay que prevenir una situación en la que la deshidratación te juegue una mala pasada.
La falta de hidratación puede provocar serios problemas y ser un fuerte aliado de apunamientos, MAM (Mal Agudo de Montaña), perdida de fuerzas y de conciencia. Para esto, hay una conocida técnica de hidratación que te será muy útil en situaciones límites.
Técnica de hidratación:
La falta de hidratación puede provocar serios problemas y ser un fuerte aliado de apunamientos, MAM (Mal Agudo de Montaña), perdida de fuerzas y de conciencia. Para esto, hay una conocida técnica de hidratación que te será muy útil en situaciones límites.
Técnica de hidratación:
En la montaña, a diferencia de la ciudad, hay que tomar agua constantemente, aunque no sientas sed. En pocas palabras: no hay que tener sed para tomar agua. ¿Qué es la sed? La sed es una señal que dan las neuronas cuando detecta deshidratación en el organismo. Esto significa que cuando tenemos sed ya estamos deshidratados. En la montaña nunca hay que llegar a este estado ya que puede ser demasiado tarde y empezarían dolores de cabeza, vómitos y hasta pérdidas de conciencia, dependiendo la altura.Ahora bien, la cantidad de agua por persona no debe bajar de los 4 litros, ya sea que escales un pequeño cerro o realices trekking por varias horas. Por eso es preferible asegurarse de las condiciones del lugar donde harás montañismo, dónde puedes conseguir agua y con qué recursos contarás una vez te encuentres arriba. Si sabes con certeza que podrás contar con una fuente de agua en tu recorrido, podrás ahorrarte el transporte del líquido y así viajar más liviano.
Una cosa muy importante a tener en cuenta es que la nieve derretida o los arroyitos de glaciares deshidratan. El cuerpo necesita, para asimilar el agua, sales y minerales que la misma va ganando en su recorrido al contactar con rocas y tierra. La nieve derretida, por ejemplo, nunca tuvo ningún contacto con rocas ni suelos, por lo que es nula en minerales y sales. Si el cuerpo carece de sales, el agua se elimina directamente, provocando así más deshidratación.
Un claro ejemplo de esto es la cerveza. El consumo de cerveza nos hace orinar constantemente, provocando así una fuerte deshidratación en el organismo. Es por esto que muchas veces produce dolores de cabeza y mareos al día siguiente (resaca). La solución a este problema es simplemente tener a mano jugos en polvo o sales de hidratación que se consiguen en farmacias o gimnasios. Esto le otorga minerales y sales al agua recién derretida para que el cuerpo pueda asimilar el líquido que has ingerido.
Para saber el estado de tu hidratación puedes chequear el color de la orina. Si el color es muy fuerte, se está ante un posible cuadro de deshidratacióm. Por el contrario: si es de color muy claro, casi transparente, tendrás una excelente hidratación.
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